Que te ame como Cristo amó a la iglesia

Mujer,

Nadie sabe lo que tú vales, sino el que te creó. En su creación Dios creó al hombre y a la mujer y vio que todo era bueno. Dotó a la mujer de características particulares y necesarias dentro de su diseño perfecto. La formó del mismo costado del hombre siendo carne de su carne, en igualdad de posición, pero con diferentes responsabilidades, con el objetivo de glorificarse en un ambiente de paz, armonía y amor.

Mujer eres muy valiosa para Dios, Él te formó y te planificó. Tu vida es importante para Él. Dios te ama porque eres hechura suya. Cuando te hizo, vio que eras buena. Aprende a verte a través de la Palabra de Dios para que sepas el gran valor que tiene tu vida. Aprende a verte bajo el diseño de tu Creador.

De esta manera sabrás cómo debes actuar y qué esperar del hombre que esté a tu lado. Deja que sea Dios quien supla tu pareja. “Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo”. -Prov. 3:5-6

La Biblia manda a los maridos amar a sus mujeres así COMO Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella. Amarla como a su mismo cuerpo, a sustentarla y a cuidarla COMO Cristo a la iglesia. -Ef 5:25-33 Uff, esto es algo fuerte. Yo no sé si tu entiendes lo que esto significa. Léelo otra vez. 

El hombre tiene el mandato de amar de la manera más profunda, dando todo por la mujer, así como hizo Cristo con la iglesia. Esta es la manera en la que el hombre debe amarte. No “a su manera”, sino como Cristo amó a la iglesia.

No te conformes con menos. Y así también enseña a tu hija. Que conozca su valor para Dios. Esa enseñanza es un ancla en nuestra vida que nada ni nadie puede quitar.

Nuestra primera relación con un hombre comienza con nuestro padre. Si no viste un buen ejemplo en tu padre o no tuviste un padre cerca que te amara y te cuidara de niña, pon tu mirada en tu Padre Celestial. El no te grita, no te insulta, no te menosprecia, no te golpea, no abusa de ti, NUNCA. Todo lo contrario, te cuida, te sostiene, te fortalece, te suple, te ama y te lo demostró con su propio hijo el cual se entregó en el sufrimiento más atroz pensando en ti.

Ten claro esto, ERES VALIOSA. Y no permitas que nadie te haga creer lo contrario. No lo permitas por nada. Acércate a Dios y glorifícale con tus decisiones. Aléjate de lo que te aparta de hacer Su voluntad. Dios te recompensará y suplirá todo lo que necesites. Hónralo con tus acciones y espera en Él.  

“Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Es más VALIOSA que las piedras preciosas!” Prov. 31:10