De la incomodidad a la paz... homeschooling

De la incomodidad a la paz... homeschooling

April 26, 2021

Yo nunca pensé que iba a darle clases a mis hijos en homeschooling por un año entero. Si bien conozco personas que lo practican regularmente y creo que es una excelente alternativa, jamás lo consideré como una opción para nuestra familia. Hasta que llegó la pandemia. Que nunca pensé vivir una pandemia tampoco, by the way.

En pocos días terminamos el año escolar con éxito. Sin embargo, han sido muchas las enseñanzas para todos. Hemos tenido que ajustar nuestras expectativas y definitivamente, nuestras agendas. Adaptarnos a estar mucho más tiempo en el hogar, con todo lo que eso implica (nunca había tenido que fregar tanto, hacer tanta compra, limpiar tantas veces el baño, es más nunca había tenido que llamar un plomero para destapar "algo" en una tubería). Y ni hablar del ajoro con los trabajos escolares.

Uno, de los muchos retos, era que mi hija debía aprender a leer este año. Así que me tocaría A MI enseñarle. Por supuesto que me sentí amedrentada y ansiosa ante tales ajustes, repentinos y forzados, entre: el trabajo, el homeschooling, el hogar y la pandemia.

Ya estamos terminando el año, como dije anteriormente, y apesar de que ha habido momentos de llantos, frustración y desespero, alcanzamos la meta. Y la alcanzamos mucho más satisfactoriamente de lo esperado. Entre muchos logros, mi hija terminó de leer su quinto librito.

¡¿Cómo?! Dios lo hizo. Sencillamente, fue Él. Y es que Dios permite que surjan situaciones en la vida que nos incomodan, para acercarnos más a Él. Son precisamente esas situaciones que nos sacan de nuestra "zona de confort" las que nos obligan a buscarle más.

El salmista David escribió: "Estuvo bien que me hicieras sufrir porque así entendí tus enseñanzas." Sal 119: 71. Algo tiene la incomodidad que cuando recurrimos a Dios para buscar alivio, nos redirige a un camino de frutos y paz.

Cuando la vida se vuelve inesperada y difícil; Y buscamos Su rostro para alcanzar sabiduría, Dios produce algo bueno. La situación incómoda nos acerca a Él, nos mueve a buscarle con mayor intensidad.

Las canciones, los versículos y las oraciones cobran mayor significado. Si pones tu oído presto a oirle, te das cuenta que Sus ojos están sobre tí. Y entonces sientes Su presencia y ESA presencia te fortalece, te guía y te conforta.

Amiga, lo que tienes que hacer es apoyarte de Él, sostenerte en Él, fijarte en Él, buscarle a Él, reconocerlo a Él. Al final del camino, llegas a un destino totalmente diferente al que pensabas llegar. A un lugar mucho mejor en tu vida.

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